La caléndula, conocida científicamente como Calendula officinalis, es una planta originaria del sur de Europa y del Mediterráneo, reconocida por sus intensas flores anaranjadas y sus poderosas propiedades medicinales. Desde la antigüedad, ha sido utilizada en preparados naturales por su capacidad para calmar, cicatrizar y proteger la piel.
Su extracto y su aceite son especialmente valorados en la cosmética natural, ya que ayudan a aliviar irritaciones, reducir la inflamación y acelerar la regeneración cutánea. Es ideal para pieles sensibles, secas o con tendencia a irritarse fácilmente, y también se emplea en productos para bebés o pieles delicadas por su alta tolerancia y suavidad.
La caléndula está presente en varios de nuestros productos Biocorp, como en el Aceite Esencial de Caléndula en Primera Dilución, una fórmula suave y eficaz, ideal para el cuidado de pieles sensibles o irritadas. Disponible en presentación de 22 ml, este aceite ayuda a calmar la piel, promover su regeneración y reducir la inflamación, convirtiéndose en un gran aliado en rutinas de cuidado facial y corporal.
También contamos con el Aceite Esencial de Caléndula, Rosa y Manzanilla en Segunda Dilución, una mezcla delicada y armoniosa que combina lo mejor de tres plantas calmantes para cuidar, suavizar y equilibrar la piel con total naturalidad.
Otro de nuestros productos Biocorp destacados es el Complejo Desincrustante Facial, que gracias a la acción de la caléndula ayuda a limpiar profundamente los poros sin agredir la piel, ideal para preparar el rostro antes de una rutina de cuidado o tratamiento.
La caléndula también está presente en nuestro Tónico Facial Natural, una fórmula refrescante y equilibrante que hidrata y calma la piel, siendo perfecta para pieles sensibles, reactivas o con tendencia a enrojecerse.
Por último, nuestras Cremas Naturales de Jojoba y Caléndula ofrecen una hidratación profunda con acción calmante y protectora. Gracias a la sinergia entre estos dos ingredientes naturales, esta crema es ideal para restaurar el equilibrio de la piel, aportando suavidad, nutrición y alivio frente a la resequedad o la irritación.
La caléndula es ampliamente utilizada por sus propiedades calmantes, antiinflamatorias y cicatrizantes, siendo una de las plantas más recomendadas para el cuidado de la piel sensible o irritada. Sirve para aliviar enrojecimientos, quemaduras leves, picaduras de insectos y erupciones, favoreciendo la regeneración de la piel sin causar reacciones adversas.
Es ideal para pieles que requieren un tratamiento suave, como las de bebés, personas con piel reactiva o con afecciones como dermatitis o eccema. También se emplea en cosmética natural para hidratar, suavizar y proteger la piel, aportando confort y ayudando a restaurar su barrera natural.
Además, por sus propiedades antisépticas, la caléndula ayuda a prevenir infecciones cutáneas menores, siendo útil en cortes, rasguños o después de tratamientos estéticos, como depilaciones o limpiezas profundas del rostro.
Alivia irritaciones y enrojecimientos: Suaviza la piel sensible o inflamada, calmando molestias causadas por roces, picaduras o exposición solar.
Favorece la regeneración cutánea: Estimula la cicatrización de heridas, quemaduras leves, rasguños y otras lesiones superficiales.
Hidrata y nutre la piel: Contribuye a mantener la piel suave, flexible y bien humectada, previniendo la resequedad.
Tiene efecto antiinflamatorio: Reduce la inflamación de la piel, siendo ideal para personas con dermatitis, eccema o piel reactiva.
Protege la barrera cutánea: Ayuda a reforzar la función protectora natural de la piel, evitando agresiones externas como el viento, el sol o la contaminación.
Calma después de tratamientos estéticos: Es excelente para aplicar después de limpiezas faciales, depilación o exfoliaciones, gracias a su efecto reparador.
Apta para pieles delicadas: Su alta tolerancia la hace ideal para bebés y personas con piel sensible o alérgica.
Calmante: Alivia molestias como ardor, picazón y sensibilidad en la piel.
Antiinflamatoria: Reduce la hinchazón y el enrojecimiento en zonas afectadas.
Cicatrizante: Favorece la reparación de tejidos y la regeneración de la piel.
Emoliente: Suaviza e hidrata la piel, mejorando su textura y flexibilidad.
Antiséptica: Previene infecciones en pequeñas heridas, rasguños o quemaduras leves.
Dermoprotectora: Refuerza la barrera natural de la piel frente a agentes externos.
Hipoalergénica: Apta para todo tipo de piel, incluso la de bebés o personas con piel muy sensible.
En esta sección de nuestro blog Vida Sana encontrarás tips esenciales para aprovechar al máximo las propiedades de la caléndula, desde su correcta selección y conservación hasta formas prácticas de incorporarlo en tu día a día.
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